lunes, 17 de agosto de 2009

Cubiculum (La Habitación de los Laureles)

La siguiente habitación es otra cubicula llamada de Los Laureles por las guirnaldas que adornan sus paredes de mármol blanco.

Cubiculum (La habitación de Apolo)


La primera puerta a la izquierda del vestibulum nos introduce en un cubiculum, la habitación de Apolo. La llamo así por el medallón que preside una de sus paredes y la presunción de que es Apolo el joven representado en él. Pórfido y mármol rosado con guirnaldas de hojas decoran las paredes y suelo.

Sobre la mensa adosada a la pared hay una pequeña arqueta de bronce y marfil.

El Vestibulum (La sala egipcia)


A través de atrium llegamos al vestibulum, -ya he explicado porque esta habitación que inicialmente debía ser el tablinum se reconvirtió en vestibulum-, es una habitación de transición entre la zona delantera alrededor del atrio y la trasera en torno al jardín porticado. A través de él se accede a las dos cubiculas restantes y al alae lo que acentúa su carácter de zona de paso; aquí aparecen los primeros frescos decorativos sí exceptuamos los detalles situados en las fauces y en la parte interna del impluvium, el suelo de mármol negro enmarca un complejo mosaico realizado en opus vermiculatum.

En el vestibulum se expone un busto de granito egipcio sobre una mesa de madera adosada a la pared, enfrente un diván escoltado por dos jarrones griegos procedentes de Atenas.

Cubiculum (La Habitación de Las Palomas)


La tercera habitación que comunica con el atrium es una cubicula, el dormitorio de la propietaria, llamado de Las Palomas por el mosaico que adorna una de sus paredes.

El tamaño de las habitaciones de las casas romanas se ajustaba a la necesidad para la que se les destinaba, y en general sólo las estancias de uso generalizado y continuo eran amplias, por lo tanto se reservaba mas espacio para el tablinum y los oecos que para los cubiculum cuya utilización era más restringida, por ello y siguiendo este principio de racionalización del espacio, los dormitorios son habitaciones pequeñas en las que únicamente hay espacio para la cama y el arca donde se guardaba la ropa.

Suelos y paredes son de mármol de color crema con vetas oscuras, adornadas estas con guirnaldas


doradas, en una de las paredes hay un hermoso mosaico representando unas palomas bebiendo de un recipiente con agua –el original se halló en la Villa Adriana en Tívoli-. La habitación de Las Palomas es una habitación alegre y luminosa.

La lectus de la habitación está realizada con pequeñas molduras que enmarcan una pequeña porción de espuma forrada de tejido, en la cabecera hay un cojín cilíndrico conseguido con un pequeño trozo de listón redondo forrado del mismo tejido, los remates son de metal. La cama se apoya en cuatro antiguas cuentas de collar de hueso.

En la pared del fondo de la habitación hay un arca de madera policromada, es de una sola pieza y por tanto no puede abrirse, los motivos que la adornan están inspirados en los frescos hallados en las casas pompeyanas. El pie de la mesa de madera adosada a la pared es de terracota, representa un rostro femenino y es de inspiración griega.

El Atrium

La casa romana nace del primitivo núcleo atrium-cubiculum, un circulo cerrado de habitaciones en torno al eje central de la vida doméstica, el atrium; abierto a la luz y el aire y por donde penetraba la lluvia, que era recogida en el impluvium.

En el atrium de la Domus Junia el compluvium esta sostenido por cuatro columnas toscanas de fuste acanalado que a su vez enmarcan el impluvium de mármol negro realizado en opus vermiculatum representando la figura de un delfín. Las paredes están recubiertas de pórfido rosado adornado con grandes escudos de bronce, frente a la puerta de entrada al vestibulum se halla el cartibulum, mesa de piedra comúnmente situada en el atrio de las casas romanas y cuya finalidad era la de exponer la vajilla más cara y lujosa del propietario.

En la casa romana hay una clara división entre las zonas públicas de uso social y las privadas de utilización exclusiva para la familia; el atrium, el tablinum y el triclinium son las habitaciones que por su situación -atrium, situado en el centro de la casa y zona de paso obligado- y función -tablinum, sala de recibir y triclinium, comedor- debían cumplir obligatoriamente ciertos requisitos de orden social y por consiguiente reflejar el status del propietario.

En una sociedad timocrática como la romana era importante conseguir la exteriorización pública del status social del individuo, mostrar la vajilla en el atrium de la casa y de esta forma mostrar un signo de riqueza a los visitantes indicaba al igual que una tarjeta de visita la posición social en la comunidad del propietario. No obstante en el cartibulum de la Domus Junia no se expone la vajilla, aunque creo que la función primitiva del cartibulum era la de guardar vajilla y utensilios de cocina, puesto que en el atrium en su origen, como centro de la actividad doméstica, se cocinaba, no considero probable que la costumbre de exponer la vajilla fuera común a todas las clases sociales, mas parece propia de comerciantes y terratenientes de provincias que de patricios y miembros de la aristocracia romana, el romano patricio basaba su prestigio social en la dignitas y en la autorictas; su autoridad moral fruto del respeto y de su fama cimentada con acciones civiles y militares de prestigio se extendía entre el pueblo mediante el conocimiento público de dichas acciones.

Descartada la exhibición de la vajilla, el cartibulum de la Domus Junia es utilizado para exponer los recipientes que guardan los imaginis, mascaras de cera mortuorias de los antepasados familiares. Nuestro cartibulum es muy sencillo y de pequeña altura por dos cuestiones fundamentales, las pequeñas dimensiones del atrium y el deseo de no interrumpir la perspectiva visual del jardín que se obtiene desde la entrada de la casa.

El Posticum

El posticum no estaba inicialmente previsto, una vez construidas las paredes de las diferentes habitaciones de la casa y tras construir el primer mueble, que casualmente fue una litera de paseo, me di cuenta de que las casas romanas debían disponer de entradas distintas de la principal; no parecía lógico que por la puerta principal de la vivienda entraran las provisiones y los medios de transporte de la época; sillas de mano y literas de paseo.

Investigando sobre el conocimiento actual de la vivienda romana descubrí el posticum, pasillo de entrada de la puerta de servicio, normalmente situada en el perystilium; el posticum de la Domus Junia esta situado junto a la cocina y comunica con esta y con las fauces, es un lugar oportuno y muy idóneo por su proximidad a la cocina, lamentablemente la litera de paseo se guarda en ese mismo lugar lo que hace del posticum un lugar de difícil tránsito.
La litera de paseo –lectica- fue el primer mueble de la Domus Junia, se apoya en cuatro cortas patas cilíndricas y dispone de un pequeño respaldo cuya función es evitar el desplazamiento del cojín donde se apoya el usuario. A ambos lados sobresalen en horizontal cuatro brazos que permiten su elevación del suelo y posterior transporte y en vertical cuatro delgadas columnas que sostienen las cortinas de la litera.

La Culina

La culina esta situada a la izquierda del pasillo de entrada y se comunica con el resto de la casa a través del posticum, es una estancia no demasiado amplia donde no solo se cocina, también cumple las funciones de almacén y dormitorio de la cocinera; al principio pense en situar el dormitorio dentro de la cocina, pero finalmente lo descarte, no encajaba en el esquema ordenado de una casa romana; parecía una solución mas adecuada a las costumbres de la época medieval, por ello construí un tabique que separa las dos dependencias; cocina y dormitorio.

Las Fauces

En la entrada de la casa un corto pasillo conduce al atrium: las fauces. En las paredes hay pinturas al fresco enmarcadas con paneles de mármol, es en las fauces donde he situado el lararium, lugar de culto a los dioses ancestrales, Lares y Penates. En todos los hogares romanos se reservaba un lugar cercano a la entrada de la casa para el Lararium, en el se veneraban los Lares, dioses de los antepasados y los Penates dioses protectores del hogar y de la familia.
Esta construido en forma de edícula con cuatro columnas torneadas que sostienen el tímpano. El mosaico utilizado es una reproducción en miniatura de uno hallado en Pompeya.

El Triclinium


La decoración de esta habitación pretende dar una imagen de sobriedad a pesar de la riqueza imperante; pórfido y mármol negro se alternan en suelos y paredes, adornadas estas con relieves en bronce de cabezas de león, un medallón de mármol representando a tres ninfas preside una escultura también en bronce de la Loba Capitolina amamantando a Romulo y Remo situada sobre un podio de mármol. Una escultura igual a esta presidía la curia romana. Las cabezas de león y la Loba Capitolina acentúan el aspecto masculino y noble de la estancia.
Usualmente las paredes de las habitaciones se decoraban con pinturas murales utilizando la técnica de pintura al fresco y los suelos con mosaicos en opus teselatum, sectile o vermiculatum, sin embargo el triclinium de la Domus Junia se ha revestido enteramente de mármol y pórfido, decididamente es una estancia rica en materiales decorativos.

viernes, 24 de julio de 2009

La Bibliotheca



A la bibliotheca se accede desde el atrium; al igual que el triclinium esta revestida de mármol, pero en este caso y al ser una habitación destinada a la lectura, el mármol es blanco.

En las casas romanas no abundaban las ventanas, la luz y el aire penetraban por el atrio, abierto al exterior en su parte superior, el compluvium, y como sistema de iluminación en las habitaciones se utilizaban lamparas de aceite; sólo en viviendas con alae situadas entre la zona del atrium y el perystilium aparecen estas ventanas, cuya finalidad fundamental parece ser la de mejorar la ventilación de la vivienda. Por lo tanto parece lógico suponer que para mejorar la iluminación de las habitaciones, se utilizaran para el revestimiento de las paredes materiales y pinturas de colores claros que aumentarían el grado de reflexión de la luz, elevando de ese modo la luminosidad. Por ese motivo en nuestra bibliotheca abunda el mármol blanco en paredes y suelo.

Los romanos utilizaban papiro para escribir, los libros –volumen- consistían en largas tiras de papiro unidas y posteriormente enrolladas a un cilindro de madera llamado umbilicus, los estudiantes usaban tablillas de cera –tabellae- en las que grababan las palabras con un estilete –stilus-. En la Domus Junia hay abundancia de volumenes, se guardan en un mueble específico para ese fin; de estructura clásica, es de madera policromada con apliques de marfil, los estantes no son horizontales están estructurados en diagonal formando celdas romboidales donde se depositan los rollos de papiro. No he podido encontrar ningún tipo de información que sancione este diseño como auténtico, tampoco que lo descarte; un objeto cilíndrico colocado en una superficie plana tiene tendencia a deslizarse sin embargo, en una estructura como la celda romboidal, las paredes en diagonal empujan los rollos hacia el vértice inferior evitando el deslizamiento.

La mesa –mensa- se construyó a partir de un mueble de escala 1/12, recubriendo la superficie con marfil, para mejorar su aspecto –las patas de la mesa no son ‘romanas’- en los laterales se han colocado dos cabezas de león de bronce. El marfil de la superficie de la mesa y del mueble biblioteca es auténtico y procede de un antiguo, muy deteriorado y generoso abanico, puesto que todo el marfil utilizado en la Domus Junia procede de él y todavía es capaz de suministrar material para muchos futuros muebles y complementos.

En uno de los rincones de la habitación hay una capsae recipiente cilíndrico utilizado para transportar y en algunos casos guardar libros, esta capsae contiene utensilios de escritura de origen egipcio.

Guardado en una de las celdas de la biblioteca hay un abacus, utensilio utilizado para el cálculo mediante hileras de cuentas que representaban las unidades, las decenas, las centenas etc. Se ha realizado con pequeñas cuentas de rosario insertadas en alambre, todo el conjunto montado en el interior de un pequeño marco de metal.

Finalmente en la pared opuesta a la biblioteca hay un retrato en relieve de la propietaria, Junia Helena.
























lunes, 6 de julio de 2009

La pequeña Domus


La Domus Junia es hija de la impaciencia, en el año 2000 tenia previsto pasar mis vacaciones en Roma y los días de espera se hacían eternos, para entretener la espera decidí construir una casa de muñecas ‘romana’.

La pequeña Domus fue creada sin un plan preconcebido, creció y se desarrollo de forma intuitiva y con materiales muy sencillos; cajas de dulces y retales de maderas de muy diversas procedencias, plástico adhesivo imitando mármol, cuentas de collar y mucha improvisación, los mosaicos y pinturas murales son copias de originales ‘escaneados’ e impresos en papel corriente y su tamaño de 40x80x12 centímetros en escala aproximada al 1/24 se ciñó a las dimensiones de la placa de mármol donde decidí construirla.

Lo que parecía sencillo y rápido al principio se fue complicando progresivamente, de hecho la Domus Junia se finalizó mucho después del viaje a Roma y de ‘divertimento’ de fin de semana paso a convertirse en un apasionante proyecto de investigación.

La pequeña Domus se configuro siguiendo el eje clásico romano de construcción Atrium-Tablinum-Perystilium, sin embargo y a riesgo de heterodoxia el tablinum no se halla en la disposición usual.


Esta habitación, era utilizada ‘para recibir’, en ella el pater familias atendía las visitas de índole social, comercial y política. Por su disposición en el conjunto del hogar romano, el tablinum estaba justo en el centro de la actividad doméstica y por consiguiente estaba en un lugar de paso frecuente tanto de miembros de la familia como de sirvientes, para resolver este inconveniente y dotar a la estancia de intimidad se construía a un lado de la habitación o a ambos lados un andron, pasillo que permitía la comunicación entre la zona delantera y trasera de la vivienda.

En la Domus Junia al construir el tablinum no se tuvo en cuenta la necesidad de adosar a ella un andron que permitiera el paso entre la zona del atrium y el perystilium, por tanto decidí desplazar el tablinum a la habitación opuesta al oecus porticado.

Por lo demás el resto de la disposición se ajusta al modelo de casa romana estándar, al entrar en la domus y al final de las fauces (1) llegamos al atrium (5); a la izquierda hemos dejado el posticum (4), la culina (2) y la cella pennaria (3). Desde el atrium accedemos al triclinium (7), la bibliotheca (8), una cella (11) y la estancia inicialmente prevista como tablinium reconvertida en vestibulum (10) que a su vez comunica con dos cellas (12 y 13) y un alae (16). Desde el alae accedemos al perystilium (18), y al tablinium (9) situado frente a un oecus porticado (17) con vistas al jardín. Se accede al labrum (14) y a las latrinas (15) desde el jardín.