En la entrada de la casa un corto pasillo conduce al atrium: las fauces. En las paredes hay pinturas al fresco enmarcadas con paneles de mármol, es en las fauces donde he situado el lararium, lugar de culto a los dioses ancestrales, Lares y Penates. En todos los hogares romanos se reservaba un lugar cercano a la entrada de la casa para el Lararium, en el se veneraban los Lares, dioses de los antepasados y los Penates dioses protectores del hogar y de la familia.
Esta construido en forma de edícula con cuatro columnas torneadas que sostienen el tímpano. El mosaico utilizado es una reproducción en miniatura de uno hallado en Pompeya.
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